Entonces se pudo oir a Blanca leyendo la explicación de este domingo.
José comenzó explicando lo que quería decir el silencio y lo complicado que era lograr un autentico silencio interior. Para ello, contó la historia de tres monjes que decidieron emprender un camino de una semana en silencio. Durante el primer día todo fue bien, pero al anochecer uno de ellos dijo: " Vaya, creo que se me ha olvidado cerrar la puerta". El segundo monje le recriminó: "Habíamos quedado en guardar silencio y lo has roto" y el tercero dijo compungido: "Menos mal que yo continuó en silencio".
Tras esta breve presentación, Javi comenzó la eucarístia. (me vaís a perdonar, pero no me acuerdo de todos los cantos -Txema, si lees esto, ¡¡¡echame una manita!!!-).
Tras pedir perdón, Mila contó el relato de una mujer que decidió irse a un lugar remoto para conseguir encontrar el silencio y la paz interior y así poder hablar con Dios.
Marchó a un bosque y allí encontró una cueva en la que entró. Comenzó a orar, pero no podía por el molesto ruido que hacian las ranas croando. Decidió salir y gritar a las ranas que se callasen. Los animales la obedecieron y ella entró de nuevo en la cueva decidida a continuar con su silencio. Pero entonces fue una voz interior la que le habló, diciendole: " ¿Por qué estas tan segura de que tus palabras agradan más a Dios que el croar de las ranas?.
Esto le interrogó e hizo que pensase. Así que salió de la cueva y dijo a las ranas: ¡¡cantad!! y ellas le obedecieron.
Continuó con su oración y esta vez si, acompañada por el ritmico croar consiguió hacer silencio en su interior y logró su tan ansiada oración.
Tras esto se leyó el Evangelio y cantamos Tú palabra, Señor.
Javi dirigió su homilia hacia el significado del desierto y donde podemos encontrar un desierto apropiado para orar en nuestra vida cotidiana. Nos pidió que durante esta semana intentásemos encontrar al menos cinco minutos al día para la oración.
Tras ello se leyeron las peticiones y se cantó "alabandote Señor mi Dios"
Tras la plegaria eucarística en la que Javi llamó al altar a todos los y las peques que ya han hecho la comunión -con Iñigo como representante estelar, que para eso era el mayor-, se pasó a rezar el Padre Nuestro, a darnos la paz y recibir la comunión.
Para finalizar se cantó Adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario