Mc 13, 24-32
Los hombres y mujeres de hoy vivimos de ordinario como si el mundo fuera eterno. Nos parece que la humanidad seguirá progresando sin cesar, como si el futuro estuviera asegurado para siempre. No es eso lo que dicen los científicos más lúcidos. Tampoco lo que dice el evangelio. Según Jesús, un día “el sol se oscurecerá” dejando a los humanos sin vida, calor y fecundidad; “la luna dejará de dar luz” y el mundo se irá hundiendo en el frío y la oscuridad total; “las estrellas caerán del cielo” provocando el caos y la destrucción. ¿Confías en Dios como el único fundamento de la esperanza?
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