martes, 17 de mayo de 2011

Evangelio del domingo 22 de mayo de 2011

Juan, 14, 1-12







En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - No perdáis la calma, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias, si no, os lo habría dicho, y me voy a prepararos sitio. Cuando vaya y os prepare sitio volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.


Tomás le dice: - Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo podemos saber el camino?


Jesús le responde: - Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.


Felipe le dice: - Señor, muéstranos al Padre y nos basta.


Jesús le replica: - Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre.


¿Cómo dices tú: «Muéstranos al Padre»? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores. Porque yo me voy al Padre.


No hay comentarios:

Publicar un comentario