martes, 22 de febrero de 2011

Evangelio del domingo 27 de Febrero de 2010

Mateo 6,24-34




En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

- Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.

Por eso os digo: no estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?

¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?

¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso.

Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.



lunes, 21 de febrero de 2011

Celebración de ayer

Ayer en la celebración hablabamos de lo difícil que era amar al enemigo.
Tema complicado y sin embargo fue una de esas celebraciones en las que mucha gente se anima y participa y enriquece de esa manera a todas las personas que estábamos allí.

Uno de los niños ante la pregunta de si había alguien en su clase que fuese diferente, alguna persona que hubiese venido de fuera y que no entendiese nuestro idioma, dijo que si, que en su clase había un niño brasileño. "¿Le tratáis igual que a los demás?", fue la siguiente pregunta. "No, él nos pega", fue su respuesta.

Iñaki me comentó un día lo mismo. En su clase hay una niña china y aunque los primeros días toda la clase estaba rodeándola y preguntándole cosas, luego dejo de ser la novedad y empezó a pegar. "No estamos con ella porque pega", me dijo Iñaki.

Mari José (a la que por cierto nunca he dejado de saludar, que quede claro) suele decir que hay gente más empatica que otros. Una verdad como un templo. Personas con capacidad de ponerse en el lugar de los demás y otras que no lo son tanto.  Creo que depende mucho de las vivencias que hayas tenido, de las experimentadas y de las observadas. Por eso los niños, las niñas, son menos empaticos (en general) que las personas adultas.

Entendemos mejor el sufrimiento por la muerte de un ser querido si hemos pasado por la experiencia que si no lo hemos hecho. Yo soy más capaz de ponerme en el lugar de una mujer que ha tenido un hijo (sus emociones, su dolor en el parto, su alegría al ver a su hijo, etc...) que en el lugar del padre. Puedo imaginar sus emociones por que las identifico con otras que he tenido o por lo que algún hombre me ha contado, pero no sé el grado de expectación, incertidumbre, angustia, esperanza que esa persona tiene mientras esta esperando el desenlace del parto.

¿Por que pegan ese niño brasileño, esa niña china? ¿Cómo explicamos a nuestros hijos e hijas lo que esos otros compañeros están sintiendo?. Tenemos que hacer un gran esfuerzo de acercamiento, tenemos que revisar experiencias, buscar en nuestros conocimientos. ¿Cómo nos sentiríamos con nueve años en otro país sin amigos?

Pienso en el niño brasileño, pienso en Chen ly...Toda la clase rodeándola (tal vez con la mejor de las intenciones, pero agobiándola), voces, gritos que no entiende. Dice algo y a los demás les hace gracia, se ríen. Ella no entiende pero ve que la señalan y se ríen. ¿Es raro que les pegue?. Una persona sola entre 25 niños y niñas, con sus amigos a miles de kilómetros, con sus padres agobiados por comenzar una nueva vida.

Acabo de leer un libro que se titula "Cuando Hitler robó el conejo rosa". Es magnífico. Un libro estupendo para nuestros hijos e hijas a partir de los diez años. Trata de una familia alemana de clase social media-alta que tienen que marchar al ganar Hitler las elecciones. Refugiados en Suiza, Francia e Inglaterra es la niña de 9 años, Anna, la que va contando lo que les ocurre. Es uno de esos libros que ayudan a crear empatia. Si podéis, leerlo también los mayores.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Comentario de Pagola al Evangelio del domingo 20 de febrero de 2011

AMAR A QUIEN NOS HACE DAÑO


José Antonio Pagola

La llamada a amar es seductora. Seguramente, muchos escuchaban con agrado la invitación de Jesús a vivir en una actitud abierta de amistad y generosidad hacia todos. Lo que menos se podían esperar era oírle hablar de amor a los enemigos.

Sólo un loco les podía decir con aquella convicción algo tan absurdo e impensable: «Amad a vuestros enemigos, rezad por los que os persiguen, perdonad setenta veces siete... » ¿Sabe Jesús lo que está diciendo? ¿Es eso lo que quiere Dios?

Los oyentes le escuchaban escandalizados. ¿Se olvida Jesús de que su pueblo vive sometido a Roma? ¿Ha olvidado los estragos cometidos por sus legiones? ¿No conoce la explotación de los campesinos de Galilea, indefensos ante los abusos de los poderosos terratenientes? ¿Cómo puede hablar de perdón a los enemigos, si todo les está invitando al odio y la venganza?

Jesús no les habla arbitrariamente. Su invitación nace de su experiencia de Dios. El Padre de todos no es violento sino compasivo. No busca la venganza ni conoce el odio. Su amor es incondicional hacia todos: «El hace salir su sol sobre buenos y malos, manda la lluvia a justos e injustos». No discrimina a nadie. No ama sólo a quienes le son fieles. Su amor está abierto a todos.

Este Dios que no excluye a nadie de su amor nos ha de atraer a vivir como él. Esta es en síntesis la llamada de Jesús. "Pareceos a Dios. No seáis enemigos de nadie, ni siquiera de quienes son vuestros enemigos. Amadlos para que seáis dignos de vuestro Padre del cielo".

Jesús no está pensando en que los queramos con el afecto y el cariño que sentimos hacia nuestros seres más queridos. Amar al enemigo es, sencillamente, no vengarnos, no hacerle daño, no desearle el mal. Pensar, más bien, en lo que puede ser bueno para él. Tratarlo como quisiéramos que nos trataran a nosotros.

¿Es posible amar al enemigo? Jesús no está imponiendo una ley universal. Está invitando a sus seguidores a parecernos a Dios para ir haciendo desaparecer el odio y la enemistad entre sus hijos. Sólo quien vive tratando de identificarse con Jesús llega a amar a quienes le quieren mal.

Atraídos por él, aprendemos a no alimentar el odio contra nadie, a superar el resentimiento, a hacer el bien a todos. Jesús nos invita a «rezar por los que nos persiguen», seguramente, para ir transformando poco a poco nuestro corazón. Amar a quien nos hace daño no es fácil, pero es lo que mejor nos identifica con aquel que murió rezando por quienes lo estaban crucificando: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen".

Evangelio del domingo 20 de febrero de 2011

Evangelio según San Mateo 5,38-48.



Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.


Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra.


Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto;


y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.


Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.


Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.


Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores;


así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.


Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?


Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?


Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.

lunes, 14 de febrero de 2011

Video de la comunión de ayer.

Aquí os dejo el video de la celebración de ayer. Espero que lo disfrutéis.

Comunión de Circe, Nerea e Iñaki


Tres manojos de nervios que miraban a Javi como si no le hubiesen visto nunca antes. Tres peques que sonreían -con esa sonrisa tonta que se nos pone a todos cuando estamos nerviosos y a la vez felices- Estaban rodeados de niños y niñas, muchos de ellos son asiduos a las celebraciones, otros vinieron ayer desde muchos lugares diferentes por acompañarles. La moqueta estaba repletita...y los bancos también.

Toda la comunidad acompañando.¡¡Que bien se estaba!!. Hubiese sido el momento de decir aquello de "hagamos tres tiendas". Rodeados por las familias, los amigos, los y las compañeras del cole.

Nerea nos emocionó (al menos a mi -ya sé que estaréis pensando que eso es fácil, pero me emocionó-) con las oraciones que había escrito y leyó (aunque me gustaría decirle (y se lo diré) que a pesar de su timidez se está muy agusto a su lado y la queremos por muchas cosas que nos hacen sentir bien cuando estamos junto a ella). Gracias a los tres por vuestras oraciones y gracias Txema por estar con ellos y ayudarles a orar.

Los cantos como siempre nos llegaron al corazón, ¡¡menudo coro excepcional que tenemos en Elorrieta!!. Cualquier día viene la tele a grabarnos, fijo.

Y al fin recibieron la comunión. Se les veía más altos y con más cara de buenos ( y eso que os puedo asegurar que buenos son, pero trastos los tres). Iñaki a la noche me decía que al recibir la comunión le latía muy fuerte el corazón y que como él no estaba nervioso -je,je,je- tenía que ser el Espíritu.

Yo lloré (tengo que ir a mirarme estos lagrimales) como no podía ser menos. Estaba feliz, emocionada...tantas cosas. Menos mal que Norma nos hizo sonreir con la historia de su tío cura.

Gracias por acompañarnos en este día tan especial y el domingo nos vemos en la segunda (aunque Iñaki quiere ir hoy de nuevo a comulgar) comunión de Nerea, Circe e Iñaki.



jueves, 10 de febrero de 2011

Instrucciones para publicar comentarios.

1.- Pinchamos encima de donde pone: Yo también quiero decir algo (aparece en naranja y al poner encima el ratón queda subrayado).
2.-Nos cambia la página y aparece un recuadro blanco sobre el que pone: publicar un comentario en la entrada
3.- Escribimos en ese cuadro blanco lo que nos de la gana y si queremos que aparezca nuestro nombre firmamos aqui.
4.- Debajo del cuadro blanco en el que hemos escrito aparece: "Comentar como" y al lado un cuadro en el que pone seleccionar perfil y una flecha. Pinchamos en la  flecha y para que sea más fácil (y como aquella persona que quiera que aparezca su nombre ha firmado antes) seleccionamos anónimo.
5.- Ya está. Sólo queda pinchar encima del cuadro en el que pone "publicar comentario".

No os va a pedir nada más. Puede que a la primera no lo publique, pero volver a pinchar en publicar comentario las veces que hagan falta (a veces he tenido que pinchar tres veces, no sé porqué) y aparecerá un mensaje que dice que tu comentario ha sido publicado.

Espero que así os funcione.

Un abrazo

martes, 8 de febrero de 2011

Comunión de Nerea, Circe e Iñaki

El domingo hacen la primera comunión Nerea, Circe e Iñaki. Sé de sobra que están los tres muy nerviosos y nerviosas (el que tengo en casa lo está desde hace meses).

Yo estoy ilusionada. El otro día me preguntaba Iñaki si me hizo más ilusión mi comunión que la suya. Me quede pensando y no supe contestarle. Cuando hice la primera comunión tenía 7 años (vamos, de esas comuniones en las que todo el mundo dice que los niños y las niñas son muy pequeños y no se enteran de nada. De esas comuniones de las de antes).

Mi ama era mi catequista (la historia se repite) y mis recuerdos mezclan los días previos (nerviosa, muy nerviosa), la peluqueria intentando rizar un pelo que jamás ha querido rizarse, los zapatos de charol que nunca llevé por no haber de mi talla (con siete añitos y un 38 que quería), mi vestido verde hecho por mi ama, con el día de mi comunión.

El sacerdote era Dositeo (un pasionista) y llevé las flores a la Virgen (mi ama no me había dejado en los dos años de catequesis leer en misa para que no pensarán que lo hacia por ser su hija y aquella fue la primera vez que subí al altar). Luego fuimos a comer a un bar en Deusto y me regalaron una Nancy de comunión con la que jugue en las escaleras del bar con mi prima Inma. Tengo fotos (un poco movidas -mi aita no era un gran fotógrafo y su cámara no era muy buena-) bajo la lluvia que cayó aquel 3 de mayo.

Nos dirigiamos en fila a recibir a Jesús, niño y niña (por aquello de quedará bonito -lo de la equidad de género aún no existía-) y con las manos unidas en actitud orante. Creo que a mi manera, con 7 años fue un día en el que me encontré con Jesús allí en la iglesia de Sanfe.

Ahora, muchos años despues, todo es muy distinto y a la vez parecido. La catequista de Iñaki es su ama, también ha ido a la peluqueria (aunque no han intentado alisarle el pelo) y los zapatos de mi criatura son un 39. Yo recuerdo el nombre del cura que me dió la comunión (y que ahora está en América) y estoy segura de que Iñaki jamás olvidará el nombre de Javi.

Para él, igual que para Circe y Nerea, el domingo va a ser un día muy, muy especial. Seguro que van a recibir a Jesús con toda la profundidad que sus 9 años les da y seguro que a la salida jugarán en alguna escalera con sus primos.

Y la abuela de Iñaki,una de las "culpables" de que yo sea la catequista de estos tres pequeños creyentes, estará sonriéndole desde el cielo, seguro.

Comentario de Pagola al Evangelio del domingo 13 de febrero de 2011

ENTENDER LAS LEYES COMO JESÚS

José Antonio Pagola

 
Los judíos hablaban con orgullo de la Ley de Moisés. Era el mejor regalo que habían recibido de Dios. En todas las sinagogas la guardaban con veneración dentro de un cofre depositado en un lugar especial. En esa Ley podían encontrar cuanto necesitaban para ser fieles a Dios.

Jesús, sin embargo, no vive centrado en la Ley. No se dedica a estudiarla ni a explicarla a sus discípulos. No se le ve nunca preocupado por observarla de manera escrupulosa. Ciertamente, no pone en marcha una campaña contra la Ley, pero ésta no ocupa ya un lugar central en su corazón.

Jesús busca la voluntad del Dios desde otra experiencia diferente. Le siente a Dios tratando de abrirse camino entre los hombres para construir con ellos un mundo más justo y fraterno. Esto lo cambia todo. La ley no es ya lo decisivo para saber qué espera Dios de nosotros. Lo primero es "buscar el reino de Dios y su justicia".

Los fariseos y letrados se preocupan de observar rigurosamente las leyes, pero descuidan el amor y la justicia. Jesús se esfuerza por introducir en sus seguidores otro talante y otro espíritu: «si vuestra justicia no es mejor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de Dios». Hay que superar el legalismo que se contenta con el cumplimiento literal de leyes y normas.

Cuando se busca la voluntad del Padre con la pasión con que la busca Jesús, se va siempre más allá de lo que dicen las leyes. Para caminar hacia ese mundo más humano que Dios quiere para todos, lo importante no es contar con personas observantes de leyes, sino con hombres y mujeres que se parezcan a él.

Aquel que no mata, cumple la Ley, pero si no arranca de su corazón la agresividad hacia su hermano, no se parece a Dios. Aquel que no comete adulterio, cumple la Ley, pero si desea egoístamente la esposa de su hermano, no se asemeja a Dios. En estas personas reina la Ley, pero no Dios; son observantes, pero no saben amar; viven correctamente, pero no construirán un mundo más humano.

Hemos de escuchar bien las palabras de Jesús: «No he venido a abolir la Ley y los profetas, sino a dar plenitud». No ha venido a echar por tierra el patrimonio legal y religioso del antiguo testamento. Ha venido a «dar plenitud», a ensanchar el horizonte del comportamiento humano, a liberar la vida de los peligros del legalismo.

Nuestro cristianismo será más humano y evangélico cuando aprendamos a vivir las leyes, normas, preceptos y tradiciones como los vivía Jesús: buscando ese mundo más justo y fraterno que quiere el Padre

Evangelio del día 13 de febrero de 2011

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,17-37):



En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno sólo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos. Os lo aseguro: Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será procesado. Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano "imbécil" tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama "renegado" merece la condena del fuego. Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito, procura arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto. Habéis oído el mandamiento "no cometerás adulterio." Pues yo os digo: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior. Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en el infierno. Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero al infierno. Está mandado: "El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio." Pues yo os digo: El que se divorcie de su mujer, excepto en caso de impureza, la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio. Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No jurarás en falso" y "Cumplirás tus votos al Señor." Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A vosotros os basta decir "sí" o "no". Lo que pasa de ahí viene del Maligno.»



Evangelio del domingo 13 de febrero de 2011

martes, 1 de febrero de 2011

Comentario de Pagola al Evangelio del domingo 6 de febrero de 2011


SAL Y LUZ
José Antonio Pagola


Si los discípulos viven las bienaventuranzas, su vida tendrá una proyección social. Es Jesús mismo quien se lo dice empleando dos metáforas inolvidables. Aunque parecen un grupo insignificante en medio de aquel poderoso imperio controlado por Roma, serán «sal de la tierra» y «luz del mundo».

¿No es una pretensión ridícula? Jesús les explica cómo será posible. La sal no parece gran cosa, pero comienza a producir sus efectos, precisamente, cuando se mezcla con los alimentos y parece que ha desaparecido. Lo mismo sucede cuando se enciende una luz: sólo puede iluminar cuando la ponemos en medio de las tinieblas.

Jesús no está pensando en una Iglesia separada del mundo, escondida tras sus ritos y doctrinas, encerrada en sí misma y en sus problemas. Jesús quiere introducir en la historia humana un grupo de seguidores, capaces de transformar la vida viviendo las bienaventuranzas.

Todos sabemos para qué sirve la sal. Por una parte, no deja que los alimentos se corrompan. Por otra, les da sabor y permite que los podamos saborear mejor. Los alimentos son buenos, pero se pueden corromper; tienen sabor, pero nos pueden resultar insípidos. Es necesaria la sal.

El mundo no es malo, pero lo podemos echar a perder. La vida tiene sabor, pero nos puede resultar insulsa y desabrida. Una Iglesia que vive las bienaventuranzas contribuye a que la sociedad no se corrompa y deshumanice más. Unos discípulos de Jesús que viven su evangelio ayudan a descubrir el verdadero sentido de la vida.

Hay un problema y Jesús se lo advierte a sus seguidores. Si la sal se vuelve sosa, ya no sirve para nada. Si los discípulos pierden su identidad evangélica, ya no producen los efectos queridos por Jesús. El cristianismo se echa a perder. La Iglesia queda anulada. Los cristianos están de sobra en la sociedad.

Lo mismo sucede con la luz. Todos sabemos que sirve para dar claridad. Los discípulos iluminan el sentido más hondo de la vida, si la gente puede ver en ellos «las obras» de las bienaventuranzas. Por eso, no han de esconderse. Tampoco han de actuar para ser vistos. Con su vida han de aportar claridad para que en la sociedad se pueda descubrir el verdadero rostro del Padre del cielo.

No nos está permitido servirnos de la Iglesia para satisfacer nuestros gustos y preferencias. Jesús la ha querido para ser sal y luz. Evangelizar no es combatir la secularización moderna con estrategias mundanas. Menos aún hacer de la Iglesia una "contra-sociedad". Sólo una Iglesia que vive el Evangelio puede responder al deseo original de Jesús.

Pequeña reflexión sobre el Evangelio del domingo 6


Es un Evangelio muy sencillo de entender y muy complicado de practicar.

Nos envías como sal para salar al mundo...¡Con la que está cayendo! Menuda tarea que nos encomiendas Señor.

Vosotros sois la luz del mundo. Casi nada.

La luz da alegría (quién no sonríe al abrir las persianas de mañana y ver el sol, quién no dice hoy hace un buen día ante una mañana luminosa), permite que veamos mejor, nos saca de la oscuridad, y Tú nos dices: sois la luz del mundo. No nos dice podéis llegar a ser, ni nos dices tal vez seáis, nos dices SOIS.

No nos podemos ocultar, no nos podemos esconder, TENEMOS que ser luz. Quien nos mire debe sonreír.

Os dejo el enlace a la canción que nos proponen desde el blog de Kamiano. Nos puede ayudar a rezar un rato: http://www.ixcis.org/video/video3.html

Evangelio del domingo 6 de febrero de 2011

Mateo 5, 13-16

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.