viernes, 14 de enero de 2011

comentario al evangelio del domingo


“Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”


Acabadas ya las fiestas navideñas y celebrado el Bautismo de Jesús con aquellas palabras de fuerza: “Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto”, nos disponemos para hacer camino ESCUCHÁNDOLE, para SER SUS DISCÍPULOS.

Al estilo de María y de los apóstoles que verán los “signos” de Jesús e interiorizan su mensaje. Así, irá naciendo la FE en Jesús. Él es el signo definitivo.

En este segundo domingo del Tiempo Ordinario, el mensaje está lleno de esperanza y sigue presentándonos a Jesús. En la primera lectura, se nos dirá: “Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso”; en el evangelio, será el mismo Juan, el Bautista, quien afirmará: “Éste es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”.

Siguiendo la línea del domingo pasado, la liturgia nos sigue aclarando quién es este “predilecto de Dios”, que ha sido bautizado en el Jordán y a quien merece la pena escuchar; Él mismo empezará a hablarnos en cualquier momento y sabremos con fidelidad su modo de entender la vida, su comprensión de Dios, de la oración, de la fraternidad…Todo este mensaje nos pone a los creyentes en actitud de ACOGIDA, de ESCUCHA ante el acontecimiento de Jesús, a fin de interiorizar aquello que nos va proponiendo y ofreciendo.

De esta forma, Él nos irá CONFIGURANDO para ser continuadores de su obra; esto es, del proyecto de Dios.¡Dichosos quienes se proponen ESCUCHAR a Jesús para SEGUIRLE!

Reflexión sacada de la página http://www.bidean.net/

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