Aunque con retraso esta semana, al fin llega la crónica social de la celebración del domingo (ah, me dicen que no es social, que no comento los vestidos ni los zapatos de los y las asistentes).
Dentro de estas semanas de Pascua (que pronto se nos acaban con la fiesta de Pentecostes -que tendrá por su importancia una entrada aparte), continuamos con el lema: La marca de los cristianos es el amor.
En esta celebración (dirigida por José), se continuó con la línea de las anteriores, intentando ver como podemos y debemos los cristianos caminar por la vida. Como se nos tiene que notar esa marca del amor.
Para ello, José nos contó un cuento de dos pájaros.
Érase una vez un árbol en el que estaban dos gorrioncillos. Uno de ellos estaba en las ramas de abajo y el otro en las de arriba.
El pájaro que estaba más alto se dirigió al otro y le dijo: "Hola amigo, ¿qué tal estas?. Hemos tenido suerte de posarnos en este bonito árbol con estas preciosas y frondosas hojas verdes.".
El otro gorrión se le quedó mirando con sorpresa y le dijo: "Hola, si que es frondoso el árbol, pero estas equivocado, sus hojas son blancas".
Los dos pájaros empezaron a discutir, hasta que el de arriba decidió bajar y demostrarle al otro como las hojas eran verdes. Cuando lo hizo, miró hacia arriba y comprobó sorprendido que era verdad, desde aquella rama estaba clarísimo que las hojas eran blancas. Así se lo dijo al otro gorrión: "Tienes razón, yo estaba equivocado, las hojas son blancas. Desde esta rama lo veo clarísimo".
Los dos subieron a la rama en la que había estado posado y entonces el sorprendido fue el otro gorrión: "eh, perdona, pero el equivocado era yo. Desde tu rama se ve claramente como las hojas son verdes, muy verdes".
Preguntando a la gente, se llegó a la conclusión de que los pájaros no dejaron de discutir y de ver las cosas de forma sesgada, hasta que consiguieron ponerse en el lugar del otro y ver otra parte de la realidad.
También en nuestro barrio hay muchas y muy diferentes realidades, y por ello José (el otro José -que lo bueno abunda en nuestra comunidad-), nos habló de Caritas y en concreto del programa de acogida.
Despues de esto, se leyó el evangelio y se sacaron las frases para reflexionar e intentar llevar a cabo. Perdonad mi mala memoria, pero sólo recuerdo una de las tres: Ver a Jesús a través del otro.
Seguido se leyeron las oraciones, se rezó-cantó el Padre-nuestro, la paz y la comunión.
Como canto final (que es del que me acuerdo) fue el de "Gracias"
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